Según el diccionario, la apicultura es "el arte de criar abejas para aprovechar sus productos", pero va mucho más allá de un simple aprovechamiento.
No estamos hablando sólo de miel, ni siquiera de cera, propóleos o polen. Son las responsables de la polinización de muchas especies y por lo tanto de su conservación. Ya dijo Einstein que si la abeja desapareciera, el hombre sólo sobreviviría durante 4 años.
Cuidar de un colmenar es tan beneficioso para la naturaleza como plantar árboles. Las abejas pueden ayudar incluso a la conservación de los osos, no sólo por la miel que puedan extraer de los enjambres silvestres, si no también porque pueden aumentar, con su polinización, la producción de frutos silvestres.
Por otro lado, también es beneficioso para la agricultura, un medio que en ocasiones choca con la conservación de la naturaleza. Muchos cultivos, como los frutales, necesitan contratar la instalación de colmenas en sus cultivos para mejorar la producción. En los invernaderos, compran abejorros con el mismo fin.
Finalmente, también es beneficioso para el apicultor por la satisfacción personal. Personalmente, nosotros disfrutamos simplemente observándolas, aprendiendo cada día de ellas, maravillados con su comportamiento.
Así que:
- Si ya eres apicultor: sigue disfrutando de ellas.
- Si eres nuevo en esto (como nosotros): aprende todo lo que puedas.
- Si te lo estás pensando: anímate, no te arrepentirás. Desde aquí os iremos contando nuestros primeros pasos.
muchas gracias por la informacion :) Saludos
ResponderEliminarCada vez me sorprende más la importancia de las abejas para la conservación de la biodiversidad, con esta inquietud me dí cuenta que no todas tienen aguijón que es uno de los aspectos que afecta su cultivo. Que unas son apis y otras meliponas
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